¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer..."
Estos fueron los versos de Ruben Darío, uno de mis escritores favoritos, podemos analizar su pulida métrica, sus perfectos matices y sus exactas rimas en cada verso; pero no hay mejor cosa cuando encarnas cada una de sus líneas en tu vida. He citado esta estrofa de su poema "Canción de otoño en primavera", para hacer conciencia en la realidad en la que vivimos; ultimamente, solo escuchamos de violencia y muerte, y vemos como los jovenes se marchitan como una bella flor que le fue cortada su savia, su ultimo aliento y sin mas nada, desaparece de este mundo dejando su vacío. Es cierto, la sociedad no podra conseguir jamas esa paz tan anhelada que todos gritan con desesperación, porque hasta el mismo Jesús en su palabra dijo que cuando el mundo considere su paz, vendra la guerra del cielo. La paz no se debe definir solo cuando no hay guerra, la paz va mas alla de las guerras, debe comenzar primero en nuestras almas, en sentirnos y ser humanos, despojar nuestra bestialidad y nuestro egoísmo, todos compartimos un mismo mundo, y sobre todo debemos buscar esa paz que solo Dios da, apartemos toda religión, toda ideología de caracteres, demostremos ser unidos, y ser la especie que marca la difrencia en este planeta. Que el filo de la navaja, o el gatillo del revolver, llore y tiemble cuando quiera desgarrar su ira en contra de tu hermano, que la sangre aun corra en ciclo natural y en su cause natural es decir sus venas, que no se desparrame, que no se seque, que vibre a cada latido del corazón, que la juventud no solo sea el presente; que todavía llegue al futuro; No en vano escribia Ruben Darío "Cancion de otoño en primavera..." y ¿Por qué este título y no otro? es lógico cuando te arrebatan la vida, su ciclo natural, si te tocaba morir mañana, el otro año o dentro de veinte años, y se te corta de súbito no alcanzas a llegar a esa primavera con esa vida, sino quedas marchito como todas esas hojas que caen en otoño y recibes la primavera sin vida. No cortemos la vida, no a la muerte, amamos el vivir, el respeto al prójimo, la paz, la integridad, el amor. Que floresca el bien, y que la canción de otoño sera mas feliz...
Blanca Vida, Negra Muerte
Del Libro: Radiografía Contemporánea de la Institución
Militar Salvadoreña 2009 (poema)
Autor: Alan Gagner.
Los vientos de la vida invoquemos unidos,
que la tierra produzca sus nuevos seres nacidos;
que fluya la sangre en la vena robusta carmesí,
a los latidos del corazón con agudo frenesí.
¿Qué es la trémula muerte, sin la espinosa vida?
No es más, que un deslucido aliento y polvo sin unión convivida;
el lenguaje del destino, contrastan su diferenciado color y camino,
ayer fui blanca vida, hoy seré negra muerte, ¡oh! que cruel destino.
¿O acaso debemos de llamar al elíxir de la vida: muerte,
por ser ésta, más eterna, llena de paz y sin más dolor fuerte?;
¡Apresurémonos! tomemos de la copa de la vida,
para morir diáfanamente,
únanse, ¡oh! vida y muerte, y formen un legado eternamente.
!Ay! terrible muerte, que lleghas sin avisar y avisas hasta tu llegar;
no luches con la vida,
si aun tu tiempo no consume,
el reloj genético que la vida tanto presume,
pero que arrebatas hasta saber, que tu potencia, ya se asume.
Vida, tú la mas joven, mas corta y dolorosa,
has de tu existencia la más poderosa,
no te dejes vencer de la dramática muerte,
si no vence, disfruta y se la mas fuerte.
Blanco y negro, vida y muerte,
¿Quién de todas tendrá la mejor suerte?
Sus límites simbolizan con valor que acecha;
congreguen la paz, vida y muerte que aprovecha;
sean recordadas por sus honores,
tu, vida, muere en paz; tu, muerte, vive en paz;
sean la vida y la muerte exaltadas con ofrenda veraz.
