Editorial: El primer grito de Independencia. A doscientos años ¿de la Libertad?

LA CANTORA Y SU PUEBLO.

La voz de la campana

nos despierta de pronto y nos congrega

Campanas de aleluya, campanarios,

llaman en vuelo... ¡Es la madrugada!

De una torre en delirio

brota el ardor, el visionario riesgo,

la trémula noticia de una patria

y aquellos altos hombres dirigentes.

Escuchando el repique enloquecido

recojamos laureles y coronas;

cantemos estos ramos de impaciencia

y la primera bandera... libre y sola.

Palabras y fusiles

desangran cada paso, cada triunfo.

Pierde la alianza salvación y arrimo,

pierde el perdido su delgada antorcha. 

Con simples herramientas

vamos abriendo rutas inmortales;

un ángel labrador -que nadie mira-

cuida niños y pájaros.

Ni siquiera esta edad de precipicios,

con sus dos grandes ríos antagónicos,

con su amargo gemido perdurable

y sus crecientes odios,

impedirán que hallemos -pueblo mío-

otra vez nuestra torre...

¡De nuevo aquel delirio de campanas

ahuyentando la noche!

Claudia Lars, del libro Fábula de una verdad. La Cantora y Su Pueblo.

Estamos a las puertas de celebrar los doscientos años del primer grito de Independencia en nuestro país El Salvador, entre eventos y fiestas que conmemoran dicho movimiento independentista de este Bicentenario. Pero a doscientos años del primer grito; ¿Es esta la verdadera libertad que desde un principio se soño para este pulgarcito de América? ¿vivimos realmente la libertad? o alguna vez te has puesto a pensar ¿Qué es la libertad? Muchos y muchas hablamos de libertad de expresión, libertad de asociación, libertad de prensa... pero en realidad que es lo que encierra el verdadero siginificado de esta palabra; cuando vemos en nuestra sociedad actual las cuentras masacres, la violencia en general, y aun la violencia intrafamiliar. ¿Será que la palabra "Libertad" solo debe ser una frase comercial; un simple eslogan que no debe faltar para recordar que estamos de fiesta? La libertad, quiza hasta por un momento puede llegar a considerarse, como una palabra con diferentes conceptos; porque cada quien la vive a su propia manera. La libertad es un dereho de todos, expresarse libremente pero con responsabilidad; y que no solo quede las expresiones como lo que son: "expresiones"; sino que cada cosa que se denuncie, cada palabra que se profiera, sea de verdad tomada en cuenta. 

Desde aquella madrugada que se escucha el primer grito de libertad, no solo quede en una conmemoración más, que sea vivida en carne propia esa libertad; que los gobiernos no se queden cruzados de brazos; cuando suceden actos de violación de derechos, que aun la misma familia siendo la base de la sociedad; practique la paz y la libertad. ¿Harán falta líderes, como en aquella época? ¿Faltara voluntad política para cambiar las leyes y castigar la violencia y eliminar esas costumbres de dejar las cosas impunes? ¿O como población no tenemos nosotros mismos esa voluntad de querer cambiar la difícil situación en nuestra sociedad, por comodismo, por miedo o por conveniencia? Debemos de expresarnos libremente, pero mas aun, se deben de foralecer las instituciones y organos de estado, que gozen de total transparencia; y que se cumplan las leyes tal cual se redactan desde su creación. Hace falta muchas cosas por cambiar la libertad en nuestro país. No tenemos leyes que pritejan a los ancianos, que fueron los que construyeron y forman parte aun de la sociedad, hacen falta leyes que velen por los derechos de los discapacitados; y mas aun d elos jovenes de nuestra sociedad. Queremos que nuestros jovenes, sean hombres de bien, que sean el formato del ciudadano promedio, que sea honesto y que viva de acuerdo a los esteriotipos sociales del "buen ciudadano"; pero como queremos lograr esto; si aun las mismas oportunidades de educación y empleo se ven cerradas; se pone mordaza a los derechos de los jovenes, que por necesidad aceptan trabajos, donde los salarios ni siquiera cumplen para la manutención de sus familias; se deben crear oportunidades claras y reales; que se defienda el fututo de nuestros jovenes y  nuestros hijos. Como ciudadanos, debemos velar para que ese grito que se dio hace doscientos años, siga haciendo eco en todo El Salvador, que las próximas fiestas, no queden nada mas en celebraciones, sino que de verdad, se respire la tan anhelada paz, y que si con la misma guerra se logro negociar y concensar soluciones en medio de las balas y bombas; porque no ahora que supuestamente hay paz, se puede propiciar un ambiente mejor para poder expresar las ideas y establecer soluciones para los ciudadanos. Olvidemos colores políticos, ideologías, creencias ambiguas que nos hacen retroceder y unirnos para construir la verdadera libertad. Saludos.